El test de reloj astigmático es una prueba subjetiva utilizada en optometría para evaluar la presencia y el grado de astigmatismo en los ojos de un paciente. Consiste en una serie de líneas radiales que se extienden desde el centro de un círculo, similar a las manecillas de un reloj. Estas líneas están orientadas en diferentes direcciones.
Durante la prueba del reloj astigmático, se le pide al paciente que indique qué líneas del reloj se ven más nítidas o más oscuras. Según las respuestas del paciente, el profesional de la visión puede determinar la posicion del eje del astigmatismo y calcular su poder aproximado.
¿Cómo se hace la prueba del reloj astigmatico?
Para comenzar el procedimiento de la prueba del reloj astigmático primero debemos hablar sobre algunas consideraciones de la prueba.
Propósito del reloj astigmático: Esta prueba sirve para determinar de forma subjetiva el cilindro en la prescripción.
Se le realizará esta prueba al paciente cuando:
- No se ha logrado una agudeza visual de 20/20 con las esferas.
- Si en las primeras pruebas no se ha encontrado un cilindro.
- En caso de que creamos que el cilindro encontrado en la retinoscopía no es el correcto.
Retirar cilindro
Primero, se retiran cualquier lente cilíndrico presente en el foróptero y se coloca una lente esférica de +0.5 en el ojo del paciente para emborronar ligeramente.
Se muestra al paciente el reloj astigmático, que es un gráfico circular con líneas radiales similares a las manecillas de un reloj.
Pregunta: ¿Qué líneas son más definidas?
Se le pide al paciente que observe el reloj astigmático y se le solicita que identifique qué grupo de líneas aparece más oscura o más nítida.
Si se observa un grupo de líneas más oscuras, se utiliza la regla del 30 para calcular el eje del cilindro negativo. Esto implica multiplicar el número de la línea de menor valor que el paciente ve más nítida por 30. (Ver ejemplo abajo)
Ejemplos de respuesta del reloj astigmático
Por ejemplo, si el paciente ve más nítida la línea del 2 y 8 vamos a multiplicar el número de menor valor, en este caso el 2, por 30, por lo que el eje del cilindro se sitúa a 60º (2 x 30 = 60º).
Si el paciente ve mejor entre dos líneas, se toma un valor intermedio. Por ejemplo, entre las líneas 1 y 7, y entre las líneas 2 y 8, tomamos los números de menor valor en este caso 1 y 2 y su promedio es 1.5, entonces el eje se situaría a 45º ya que (1.5 x 30 = 45º).
Agregamos cilindros negativos
Se agregan lentes cilíndricos negativos de 0.25 en 0.25 dioptrías. Durante todo el test, se mantiene el mismo valor esférico. Por cada aumento de -0.50 en el cilindro, se añade +0.25 a la esfera.
Se continúa con la prueba hasta que el paciente reporte que todas las líneas aparecen igual de oscuras o cuando otro grupo de líneas aparezcan más claras. En ese momento, se procede a realizar la refracción subjetiva monocular de lejos, conocida como MPMAV.
¿Cómo se hace el Dial Astigmático?
El dial astigmático es una herramienta ampliamente utilizada en optometría para evaluar y corregir astigmatismo, un error refractivo que afecta la forma en que la luz se enfoca en la retina. Este gráfico está compuesto por líneas rectas que irradian desde un punto central, formando un abanico o semicírculo, y están marcadas con grados de 0° a 180°.
Su propósito principal es determinar la orientación del eje del astigmatismo basándose en las percepciones visuales del paciente.
Objetivos y Procedimiento
El examen con el dial astigmático tiene como metas principales:
- Identificar la presencia de astigmatismo.
- Determinar el eje y la potencia del cilindro correctivo.
- Optimizar la agudeza visual del paciente.
El proceso se desarrolla en varias etapas detalladas a continuación.
Preparación del Paciente
El paciente es colocado cómodamente en la silla de examen y se le explica el propósito de la prueba. Utilizando un foróptero o una montura de prueba, se cubre uno de sus ojos para realizar la evaluación monocular. Esta preparación asegura que el paciente esté relajado y entienda su rol en el examen.
Uso del Dial Astigmático
El gráfico se proyecta a una distancia estándar, generalmente de 6 metros, asegurando una iluminación adecuada. El paciente debe fijar su vista en el centro del dial y observar si alguna de las líneas se ve más nítida o borrosa. Esta retroalimentación inicial es esencial para identificar la dirección del eje astigmático.
Corrección del Error Refractivo Esférico
Antes de proceder con la evaluación del astigmatismo, se corrige cualquier error refractivo esférico como miopía o hipermetropía. Esto garantiza que el paciente alcance su mejor agudeza visual posible sin la influencia del astigmatismo.
Determinación del Eje y Potencia del Cilindro
Basándose en las líneas que el paciente percibe como más nítidas, se identifica el eje del astigmatismo. Posteriormente, se introduce una lente cilíndrica de baja potencia, ajustando su orientación y graduación hasta lograr que todas las líneas se vean igualmente nítidas. Este ajuste gradual evita la sobrecorrección, que puede causar distorsión visual.
Verificación y Refinamiento
Una vez determinada la corrección óptima, se realiza una última revisión para confirmar la agudeza visual del paciente. El procedimiento se repite en el otro ojo y, opcionalmente, se evalúa la visión binocular para garantizar un balance visual cómodo.
Aspectos Clave Durante la Evaluación
Es crucial controlar la acomodación del paciente, ya que una acomodación excesiva puede alterar los resultados. Para ello, se pueden emplear lentes positivas al inicio de la prueba.
Además, la comunicación efectiva entre el profesional y el paciente es fundamental. Explicar cada paso con claridad y fomentar la retroalimentación garantiza que el paciente participe activamente en el proceso.
Interpretación de Resultados
Cuando todas las líneas del dial se ven iguales desde el principio, puede inferirse que el paciente no presenta astigmatismo significativo. Sin embargo, diferencias en la nitidez de las líneas indican la presencia de astigmatismo, guiando la elección del eje y la potencia correctivos.
El dial astigmático sigue siendo una herramienta esencial en la práctica optométrica por su precisión y simplicidad. Al combinar una evaluación meticulosa con ajustes personalizados, los profesionales logran proporcionar una corrección visual óptima, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes.